Shitman II

Destino. Como siempre. Desde que empezaron a rumorear que en San Nicolas había un skatepark zarpado ya sabíamos que cuadraba con un nuevo tour shitman y que de ese modo iba a ser. La pura cepa no contuvo su entusiasmo y liderada por un Osco y Mococus entregados a las suertes arranco un jueves en un automóvil bien shitman directo para Rosario… ¿Cómo Rosario? si, obvio, vamos a ir cuatro días chillin a San Nicolas justo para el cumple de Goico? ja! Contate otro! Directo al foco pa, Rosario. Mística, paseo, cumple de Santi, skate, street, guardia de hospital, rock! Al segundo día dos motos quilmeñas también zarparon y empujadas por el viento se hicieron el tramo, Cheli y Chuis, mientras que otros dos autos venian en camino haciendo una parada corta en el skatepar de zarate…. Un poquito de turismo, cafecito, morfi, dormir bien y nos vamos al tan mencionado San Nico. No filmamos nada, puro flow. Al canto de sannnn ni co laaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaasss caímos en el extremo norte de la ciudad de Buenos Aires, turismo religioso, industria siderúrgica y skatepark. Un alojamiento muy cálido en unas cabañas congrego a la ultima tanda de peregrinos shitmans mas invitados, destacando la presencia del Tucu que tenia mas ganas de andar que toda la gilada. La pista tiene un sector skate/motocross muy divertida, Quique, Chuis y Goico le pidieron todo a los airs; un sector intermedio de street con muchos obstáculos diferentes, wallrides, escalera, sanfrans, barandas de piso, cajas en niveles, manualeras, y después volcanes y quarters de todos los gustos, la posta es que es muy completo. Se puso la luna y asi lo infaltable, parrilla explotada, brindis, armónica, cartas y la hermandad como refugio. El segundo día siguió la session, mas premeditada con la almohada y mucha menos gente en la pista. Las imágenes van a graficar mejor cualquier palabra. Hormigas en la cola: “Para volver pasemos por San Pedro! Tienen skatepark!” Y asi fue, coronamos el viaje de vuelta con un reconocimiento otoñal de la pista y un pintoresco pueblo. 
Vale la pena la escapada. Pregúntale a los shitmans por las cabañas para alojarte de lujo y cárgate el tanque. 
La rutina te hace nudos, la peli no te deja salir y lo único que queres es andar en skate con los pibes. No esperes a volverte loco, entregate al flow en el primer rato que tengas libre, menos de 280km te separan de una misión de skate zarpada que te va a hacer bien, saca el shitman que hay en vos y cagate en todo, vamos a patinar!

Texto: Santiago Pagura.

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